Palacio de los Duques de Braganza

El Palacio de los Duques de Braganza fue construido en el Siglo XV por orden del 1º Duque de la casa de Braganza, Don Alfonso, hijo bastando del Rey Don João de Portugal, en lo que se conoce como “La Colina Sagrada”.


En sus viajes por Europa el Duque se vio atraído por la arquitectura Borgoñesa, que aglutinaba elemento de la carolingia, otoniana y lombarda, de ahí sus 39 chimeneas que recuerdan a los castillos franceses de la época.





Cabe destacar que el techo de la Sala de Banquetes simula el casco invertido de una carabela como homenaje a las proezas marítimas del Reino de Portugal.



Su declive comenzó durante el Siglo XVI, cuando los Duques decidieron trasladar su residencia al Palacio Ducal de Villa Viçosa, aprovechando poco a poco la población de Guimaraes para utilizar el Palacio como cantera.





 Ya en el Siglo XX (1933), bajo el mandato del dictador Salazar, se llevo una reconstrucción a su estado original para ser utilizado como vivienda presidencial.





Actualmente gran parte de sus salas se utilizan como museo, donde se pueden ver tapices flamencos donde se hace referencia a las conquistas portuguesas en el Norte de África. Armas y mobiliario de la época, alfombras persas y pinturas, donde destaca el cuadro “Cordero Pascual” de Josefa de Óbidos, una de las pocas mujeres que destacó en la historia del arte en la edad moderna.





También reserva parte de sus estancias de la segunda planta como Residencia Oficial de la Presidencia de la República.












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